Ganadores de los Juegos Bonaerenses

Henderson

Juegos Bonaerenses 2020 Ganadores de la Etapa Regional

15:11:38-30/11/2020

Desde la Dirección de Cultura, se informan los ganadores de la Etapa Regional de los Juegos Bonaerenses, que pasan a la Etapa Final.

 

  • María del Carmen Bombino: Literatura – Cuento – Adultos (única)
  • Fabiana García Cánepa: Artes Plásticas – Pintura Sub-18
  • Juana Borrelli Zara: Artes Plásticas – Objeto Tridimensional Sub-18

Trabajo de Juana Borrelli Zara: https://youtu.be/g43d9qepcGo

Trabajo de Carmen Bombino:

Muñeco de trapo

La tarde caía lentamente. Los colores rojizos en el poniente hacían  que Martita demorara en entrar al comedor del geriátrico ”Santa Lucia” donde residía.  Cuando la enfermera fue a buscarla la encontró sentada en el piso, acunando su muñeco de trapo mientras una canción de cuna se escuchaba suavemente. Con bellas palabras la convenció para que ocupara su lugar en el comedor donde ya todos estaban ubicados; algunos jugaban a las cartas, otros abuelos miraban televisión.

Marta tomó de un canasto un ovillo de lana y las agujas  y siguió tejiendo  escarpines, según ella,  para su bebé. No hablaba mucho; sólo lo necesario.  Parecía que siempre estaba en su mundo…tarareando nanas para su chiquito, pero no dejaba de prestar atención al noticiero. En ese momento pasaban la marcha del movimiento feminista reclamando por sus derechos; entre muchos pedidos solicitaban que se legalizara la Ley del Aborto y mostraban los pañuelos verdes mientras otro grupo,  con pañuelos azules,  pedían por las dos vidas; Martita murmuraba muy queda ¡Aborto no!¡No, No! .Dejó el envoltorio en los brazos de Teresa, recomendando que lo cuidara por un rato y se fue a su habitación. Revolvió todo el armario;  cuando llegó Lili, buscándola, todo estaba desparramado por el piso.

-¿Qué haces?- preguntó alarmada mientras veía a Martita tratando de ponerse una remera azul alrededor de su cuello.

Volvió a preguntar pero ya la aludida había escapado y, buscando su muñeco, trataba de salir del hogar. Sólo decía: ¡Aborto No!

La crisis que sufrió al no poder salir fue muy fuerte; hubo que sedarla. Cuando al día siguiente llegó su psiquiatra   la encontró abatida y triste. La doctora  llevaba puesto un hermoso pañuelo azul. Marta sé acercó a saludarla y  sin dejar de mirarla acarició la fina tela.

Marcela  sonriendo le pregunto: -¿Te gusta?

Y ella respondió afirmativamente con un movimiento de cabeza. No hacía mucho que se conocían…pero algo las unía; se querían mutuamente y eso facilitaba para que la paciente mejorara día a día. De a poco volvía de su locura y contaba su vida: lo que había sufrido  cuando perdió a su bebé, que ella sabía que no había muerto…que se lo habían robado y que estaba segura que el causante era el hombre del cual se había entregado por amor; él no quería que siguiera adelante con el embarazo… le pedía que abortara.

En una oportunidad dijo el nombre y apellido del  señor del cual se había enamorado. La doctora  sintió un escalofrío. ¡Ese era el nombre de su abuelo!. Suspendió la sesión y salió corriendo del geriátrico.

Pasaron varios días y la profesional no había retornado por el lugar. Informó que por cuestiones familiares  debía viajar a su provincia. Marta sentía que la doctora la había abandonado y apenada por su ausencia, no salía de su habitación.

Pasó casi un mes, sin novedades. Una tarde  en la que se encontraban todos los residentes en el parque  llegó la psiquiatra. Al no ver a Martita con los demás corrió a buscarla; sabía dónde la podía encontrar…  Tenía que contarle  todo.

Se acercaba la primavera. Los días eran más cálidos y  en el parque comenzaban a florecer los rosales. Marta sentada bajo la góndola tejía escarpines  mientras entonaba una hermosa melodía aunque ya no para su muñeco de trapo: ahora tenía una nieta y muy pronto sería bisabuela.

                                                                                                          Estrella

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